Se habría apropiado de manera irregular de dinero de impuestos. Comuna maneja el tema con total hermetismo, mientras que implicado en el hecho lo sindicó como el autor de adulteración de documentos
REDACCION VISTAPREVIA
La sombra de un escándalo aún no se va de la Municipalidad Provincial de Tacna, pues no culminan las investigaciones que realiza el Ministerio Público a uno de sus trabajadores por el presunto delito contra la fe pública en la modalidad de falsificación de documentos.
EL FAMOSO PAGO
Los hechos se remontan a mediados de 2011, cuando el ciudadano identificado como Edgard Vincha Escalera (53) fue animado por un agente de bienes inmuebles para la compra de una propiedad ubicada en la Villa Municipal Mz. D Lt. 24.
El agente de bienes inmuebles, identificado como Julio Paredes Moscoso, dio a su cliente toda la información acerca de la propiedad, así como las facilidades para acceder a la compra del bien, a través de un crédito en un reconocido banco de la localidad.
Encantado por los beneficios que le ofrecían y las facilidades que daban para la obtención del crédito, Edgard Vincha no dudó en realizar la transacción y decidió comprar la propiedad.
Todo hubiera sido felicidad para el comprador de no ser porque al momento de realizar la escritura ante el Notario Público, éste le indicó que debía efectuar un pago correspondiente al impuesto de alcabala, el mismo que según se le informó ascendía a S/. 10,600.
Fue entonces cuando el promotor del banco le indicó que para “acelerar” los trámites, otorgue el dinero al agente de bienes raíces, quien presumía de tener buenos contactos al interior de la municipalidad provincial por lo que podría realizar el trámite con mayor facilidad. El contacto de Paredes era Nelson Guzmán Vargas, trabajador nombrado de la comuna local quien labora como terminalista tributario.
LA ESTAFA
Tras haber entregado el dinero pactado, Paredes Moscoso se dirigió a la municipalidad provincial y poco después retornó a encontrarse con el comprador a quien entregó las constancias de pago expedidas por la municipalidad provincial. Vincha Escalera sacó una copia de los documentos y luego entregó el original junto con otros papeles al agente para que se culminen los trámites ante la Notaría Pública.
Con la escritura en su poder, Edgar Vincha se retiró y de manera casi inmediata se mudó a su nuevo domicilio para vivir con su familia.
NO HUBO PAGO DE ALCABALA
La vida de Vincha se vio alterada cuando una trabajadora de la municipalidad provincial le indicó que hasta el momento no había hecho el pago por el impuesto de alcabala, la sorpresa no pudo ser mayor, con los comprobantes en mano, el afectado concurrió a la sede de la institución edil para mostrar su malestar y pedir las explicaciones correspondientes.
Paralelo a esto se denunció al agente corredor de servicios, Julio Paredes Moscoso, quien ante la presencia de pruebas y testigos aceptó haber incurrido en un acto ilícito y se acogió a la modalidad de colaboración eficaz para aminorar su culpa.
Lo primero que declaró Paredes ante las autoridades fue que el trabajador de la municipalidad provincial Nelson Guzmán Vargas, era quien había fraguado los documentos que le fueron entregados al comprador del inmueble.
Producto de las indagaciones realizadas, la procuraduría Pública de la Municipalidad Provincial de Tacna, interpuso la denuncia en contra de Guzmán, la misma que aún no culmina y está en la fase de recepción de manifestaciones de parte de todos los implicados.
NO SERÍA LA PRIMERA VEZ
En el año 2009, mediante la resolución de alcaldía 2584 09–MPT se resuelve suspender por un plazo de 30 días a Guzmán Vargas, pues un examen especial realizado por la Oficina de Control Institucional determinó que se había perjudicado a la comuna local con la suma de S/. 222,961 durante los años 2006 y 2007 por la anulación de recibos por cobro de impuesto de alcabala y la sustracción de montos pagados por dicho concepto.
En este caso, se determina que Nelson Guzmán tuvo responsabilidad administrativa funcional, por no haber emitido la relación diaria de las declaraciones trabajadas para anexarlas al legajo de cada contribuyente, lo que ayudo a que se cometa el acto delictivo.
Se desconoce hasta el momento si existen más víctimas de las estafas o si hay más funcionarios involucrados en esta modalidad irregular mediante la cual se desviaban los dineros de la comuna para cuentas personales. Tampoco se conoce a ciencia cierta cuál es el monto total por el que se habría visto afectado la comuna en los últimos años.
DATO
S/. 10,600 entregó el comprador del inmueble para que se pague el impuesto de alcabala a la municipalidad provincial.
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