“Tacna es una emoción”

Por Rogger Avendaño Cárdenas

La noche del viernes 10 fue presentado en el segundo piso del Club Unión el libro “Tacna es una emoción”, del cronista tacneño Fredy Gambetta Uría, que para dicho título se inspiró en un poema de Enrique López Albújar.

Con más de 150 personas llenando el auditorio y los pasillos del Club Unión, el conocido poeta y cronista de Tacna saludó a todo el público, que lo aplaudió, y habló sobre esta heroica ciudad, tan bien narrada en su libro, recordando emotivo sus años mozos y las épicas andanzas con su gran amigo de letras, juventud y vino, el historiador Luis Cavagnaro Orellana, así como esa muy amistosa entrevista con el finado historiador de la República, Jorge Basadre Grohmann (que consta en el libro).  

A ratos, el público y al autor refrescaban el ambiente con sonrisas cómplices  nacidas de las bromas del autor, que evocó algunas tarzanescas aventuras que realizó cuando los años aún no le peinaban canas y los excesos eran hasta que el cuerpo aguante.

Gambetta agradeció a la ONG Hábitat Tacna Siglo XXI por auspiciar el libro, que ahora se suma a las 19 obras que el autor de 64 años publicó inspirado en Tacna. 

En el índice del libro de 190 páginas esperan al lector varias entrevistas, discursos, recuerdos y vivencias que el alma del autor abriga sobre personajes como Federico Barreto Bustíos, Jorge Basadre Grohmann, Luis Alberto Sánchez, Juan Auza Arce, Enrique López Albújar, Grover Pango Vildoso y  Elisbán Velásquez. Destacan además un poema a Tacna y otro a Francisco Antonio de Zela; más dos leyendas: El Castigo a la Soberbia y La Maldición de Wiracocha. En las últimas páginas, habita una selección fotográfica del autor. 

Fredy Gambetta Uría, tal vez sin querer, halado por el río de su arte, cinceló su nombre en la historia de Tacna desde el siglo pasado. En una entrevista con Grover Pango, Gambetta cuenta: “No sé si deseo ser popular o no. Lo que busco es, repitiendo una frase feliz de García Márquez, frase que me gusta mucho, que mis amigos, que la buena gente que me estima, que mis paisanos me quieran más”. 

“Todo artista es un intérprete, un vocero del alma de su pueblo, no solamente los poetas. Los artistas solamente son aquellos seres que expresan bellamente…”, modela una frase reflexiva del autor.

Al ser las 9 de la noche, el paseo de las copas del brindis y los bocaditos que tanto persigue la gente se instauró. Pero más perseguido que los bocaditos era don Fredy Gambetta, que previamente anunció que se regalarían ejemplares de su libro en el primer piso del club y que por la gran cantidad de personas, él carecería del tiempo para firmarlos todos, pero aún así los asistentes lo esperaron e hicieron una larga fila para felicitar con abrazos al autor.

PROYECTOS

Freddy Gambetta conserva además 4 nuevos libros listos para publicarse, pero que aún falta fechar. El mismo camino literario comparte su hijo Mauricio Gambetta, que más temprano que tarde presentará su novela “La inocencia perdida de Adelina Cadima”, argumento protagonizado por un anciano que vive y sufre desde los años previos a la invasión de las tropas chilenas en el histórico Campo de la Alianza y lo que será el Cautiverio de Tacna.