miércoles, 1 de agosto de 2012

“Monstruo de copare” sigue libre


La Justicia no encuentra al violador y asesino de la pequeña Camila.

Por: Erika Poma Cotrado
El paradero de Hugo Alcides Illacutipa Mamani el “monstruo de Copare” sigue siendo todo un misterio. A más de 2 años de haber violado y asesinado a la pequeña Camila del Pilar Ticona Flores (3) tras secuestrarla de la puerta de su vivienda, la policía no ha podido (o no ha querido) encontrarlo pese a que existe una orden de captura -a nivel nacional- en su contra. 

IDENTIFICADO
Natural de Puno y con 32 años de edad cumplidos, Hugo Illacutipa Mamani fue plenamente identificado como el principal responsable de la muerte de la pequeña Camila, ocurrida el 6 de febrero de 2010 en el Centro Poblado Augusto B. Leguía. Así ha quedado establecido gracias a las pruebas de ADN hechas por el laboratorio de Biología Molecular y Genética del Ministerio Público en la ciudad de Lima, donde se contrastó los restos seminales hallados en el cuerpo de la niña y su ropa interior con las prendas del acusado y restos de papel higiénico que se hallaron en su habitación de la asociación Los Granados Mz. K Lt. 11.

La lentitud de las autoridades que imparten justicia impidió que estos resultados se conocieran a  tiempo y recién en noviembre del año pasado, es decir a un año y 2 meses de encontrarse el cadáver de Camila flotando en un canal de regadío del fundo Copare, Illacutipa Mamani fue hallado culpable. 

Pero eso no fue todo. Apenas en enero de 2012 la magistrada Eliana Ayca Rejas, del Tercer Juzgado Especializado en lo Penal, declaró fundado el requerimiento de prisión preventiva solicitado por la fiscal provincial y se dispuso su captura a nivel nacional así como su ingreso en el establecimiento penitenciario de Pocollay tan pronto sea capturado. Aunque claro está que ni la policía ni su abogado defensor consiguieron encontrar al  “monstruo de Copare” por lo que no le habría llegado notificación alguna para que acudiese a dicha audiencia. 

NEGLIGENCIA POLICIACA 
Que Hugo Alcides Illacutipa Mamani se encuentre disfrutando plenamente libertad, a estas alturas, podría ser por integra responsabilidad de la policía. Y es que el mismo día del secuestro, el domingo 6 de febrero de 2010,  los vecinos aseguraron haber visto al acusado jalando del brazo a la pequeña en la puerta de su vivienda casa de la Asociación Veracruz del C. P. Leguía, para llevársela con rumbo desconocido “pensamos que era un familiar de ella y que no había nada raro porque la puerta de su casa estaba abierta” declararon ese día. Sin embargo, luego de conocer la versión de la madre Yoli Flores Pina y su esposo Wuido Ticona Cotrado, pidieron a los efectivos de la comisaría Augusto B. Leguía que lo detuvieran. 

Así fue. El “monstruo de Copare” fue intervenido como “sospechoso del rapto” y llevado a la sede del Depincri. Allí dijo ser albañil  y llevó a los agentes hasta su vivienda donde se efectuó el registro de rutina. En ese momento la policía sostuvo que no había evidencias para su detención, dejándolo en libertad. 

No pasaron muchas horas y el lunes por la mañana un agricultor encontró el cuerpo de la niña en medio del canal del regadío del sector Copare. Estaba con un polo y la pantaloneta anaranjada que vestía la última vez que la vieron. Entonces los padres entraron en un inconsolable llanto mientras que los moradores de la zona dieron aviso a la comisaria del sector. Pero fue demasiado tarde, un grupo de policías salió en la búsqueda del sujeto, y al llegar a su casa, él ya se había ido.

La necropsia practicada al cuerpo de la niña estableció que  la hora del fallecimiento se produjo al promediar la medianoche del lunes 7 de febrero, sólo dos horas después de que el “monstruo de Copare” fuera liberado. También se confirmó que Camila murió por asfixia al ser estrangulada salvajemente. 

La indignación no se hizo esperar, y con el respaldo de todos los vecinos del centro poblado, la familia exigió al coronel de la PNP de Tacna de ese entonces, Alejandro Ísmodes Mezano que investigue a los tres policías de la comisaría Augusto B. Leguía y dos miembros del departamento de Investigación Criminal, sección investigación de personas desaparecidas y secuestros, quienes liberaron al asesino y además no les aceptaron la denuncia por la desaparición de la niña argumentando que “cuando apareciera, la iban a llevar a su casa”. 

La autoridad policial Ismodes Mezano dijo estar de acuerdo y aseguró que iniciaría el proceso; sin embargo, los resultados nunca pudieron ser conocidos.  

ACUSACION
Luego que culminara el plazo de investigación preparatoria de este caso, que tiene al menos once testigos dispuestos a declarar, el Ministerio Público ha presentado la acusación fiscal, para así continuar con el proceso. Aun así el asesino sigue y quizá seguirá inubicable por un tiempo indefinido, dejando como única pista que, tras salir libre, huyó rumbo a su natal Puno. 

La tragedia que enlutó a la  familia en el 2010, se revivió en mayo de este año cuando Wuido Ticona Cotrado, padre de la pequeña Camilia, perdió la vida en un infortunado accidente de tránsito ocurrido a la altura del kilómetro 17 de la vía Costanera. Se encontraban junto a una pareja en completo estado de ebriedad. 

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